La obligatoriedad de que los Puertos españoles dispongan de un documento de referencia de actuación en caso de emergencia, surge de las iniciativas internacionales adoptadas por el Estado español y recogidas en el ordenamiento jurídico nacional, Las principales herramientas en materia de organización en situaciones de emergencia en los Puertos, vienen establecidas por el Real Decreto 145/1989, por el que se aprueba el Reglamento Nacional de Admisión, Manipulación y Almacenamiento de Mercancías Peligrosas en los Puertos y Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia.
Atendiendo a lo anterior, la Autoridad Portuaria de Ceuta -APC-, mantiene actualizado su PLAN DE AUTOPROTECCIÓN GENERAL DEL PUERTO DE CEUTA.
El mismo aborda tres fases:
Fase VERDE: Cuando la emergencia o el suceso, se limita a una zona localizada sin riesgos de que trascienda a otras concesiones y/o zonas portuarias.
Fase AZUL: Cuando exista la previsión de que la emergencia pudiera afectar a otras concesiones y/o zonas del puerto.
Fase ROJA: Al existir la previsión de que la emergencia pudiera extenderse fuera del ámbito portuario.
Actualmente se encuentra en fase de revisión, tras la entrada en vigor de la Resolución de 6 de mayo de 2020, de la Dirección General de la Marina Mercante, por la que se publica el Convenio con Puertos del Estado para la gestión de emergencias en los puertos e instalaciones integrantes del sistema portuario de titularidad estatal, que supone modificar el plan actual para adaptarlo a los escenarios incluidos en coordinación con la Capitanía Marítima, cuando en la emergencia se encuentre un buque implicado.
No obstante, la APC viene implantado su Plan a través de simulacros, en los que incluye unos Comités de Emergencia que se actualizan cada año. Hoy día y debido a las implicaciones que en materia de protección se encuentran los puertos españoles, se está procediendo a integrar los simulacros con la doble vertiente -seguridad – protección -.